24/3/19

Encontramos casa en nuestro primer día!

Mi primera noche no compartí habitación con nadie, lo que fue un detallazo. Me levanté pronto para desayunar algo de la poca variedad que había: una taza de leche con cereales y unas tostadas de mantequilla con mermelada de fresa y ya, no había nada más. Bueno, al menos estaba incluido. 

Tenía todo el día libre para una toma de contacto y adaptarme a la ciudad antes de comenzar las prácticas de guía turística. Si piensas que en un día puedes adaptarte... pues no, aunque sí que se agradece tener ese día libre para buscar piso por ejemplo.

A eso me iba a dedicar hoy. Subí a mi habitación y aprovechando que estaba sola me duché y lavé el pelo. Después estaba entre bajarme al salón común o quedarme en la habitación para conectarme a Internet. Finalmente decidí quedarme en la habitación porque era probable que no volviese a estar yo sola en el cuarto. Comencé el curso de inglés que nos facilita Erasmus y caducaba ese mismo día si no lo empezaba y luego comencé a buscar piso en la página que todo el mundo recomienda en Irlanda y yo tanto odio. No encontré nada interesante para variar y me estaba deprimiendo. Aunque era el primer día en Dublín. ¿Cómo puede ser que no hayan pisos en Dublín? hablo más de esto en este artículo. Me vine abajo, echaba de menos a mi madre que estaba enferma antes de venirme, a Carlos (mi novio) y veía que lo del piso iba a ser imposible. 

Narela es una de las cuatro compañeras de clase que nos vinimos de Erasmus a Dublín. Ella tenía algunas citas para ver pisos esa tarde que yo tenía libre, y como estaba alojada en un hostal cerca del mio y también trabajaba cerca, fui a recogerla y quedamos para comer juntas y después ir a ver los pisos. Ojalá que alguno nos apañe.

Era la primera vez que salía de mi hostal y pateaba las calles de Dublín. Conocí la famosa calle O'Conell, mucho más bonita y animada en la realidad que lo que había visto en fotos. Me encontré con Narela y comimos una pizza por 5€, eso sí, ya alejadas del centro. Era el típico sitio de comida rápida tipo kebab, hamburguesa, con el letrero de neón rojo que decía 'PIZZA' y oye, bien rica que estaba. Y de allí nos fuimos a ver el primer piso. Agárrate...

1º Casa
El piso estaba en una zona bastante tranquila, de calles con casitas bajas y muy monas y no más de 10-15 minutos a pie de la gran avenida O'Conell, por lo que la ubicación se considera MUY céntrica. Allí nos encontramos en la puerta del piso con un chico español con unas pintas un poco raras... llama a su novia (un poco menos rara) y nos invita a ver el piso-casa. A la entrada era un pasillo oscuro y daba a una cocina con una ventana minúscula que daba a un patio de luces al que no alcanzaba la luz. Era tan oscuro, húmedo y desagradable como los que yo iba viendo por Internet. Esos que yo rechazaba porque encima se me iban de precio. 

Era una casa para cuatro personas reconvertida a ocho y así el casero poder sacar más partido, por eso que la cocina tuviera dos neveras (de las pequeñas) para ocho personas, tan solo 5 lejas para dejar comida de ocho personas y una pequeña mesa con dos sillas para comer. Un salón minúsculo lleno de gente que no hablaba español con una tele más grande que mi casa, pero un solo sofá y tres o cuatro sillas de plástico ¿? todos parecían yonkis. Aquello además parecía ser un nido de cucarachas. Pasamos a ver la habitación compartida que íbamos a alquilar. De tamaño era una especie de cuarto de escobas en mal estado al que le habían metido una cama de matrimonio a presión para decir que esa habitación es doble y por tanto cobrar el doble. Es real, no había espacio para dejar las maletas, ni casi suelo para andar. Ese armario era pequeño para mí, imagina si tuviera que compartir con Narela. Era como el típico lugar en el que evitarías estar. Si nos hubiéramos quedado con la habitación, intentaría estar el menor tiempo posible allí. Precio total de la habitación: 1100€. 550€ POR PERSONA.

Salí de allí asustada y lo primero que le dije a Narela es que ese piso yo no le quería 'ni regalao', mucho menos pagando 500€.Teníamos esperanza en la siguiente opción, bastante más alejada pero más económica y las fotos pintaban mejor. 

Cogimos el bus que nos llevaba a aquella zona de Dublín que no tenía ni idea de dónde era, y llegamos a una urbanización de casitas muy monas. Todo muy tranquilo, sin tiendas ni locales comerciales, todo era casitas cuquis con jardín delante y detrás. Nos recibió Mel, una chica de Elche (como nosotras!) y nos enseñó la casa. No tenía nada que ver con la anterior. Esta casa estaba bien cuidada, decorada y era muy acogedora. Las inquilinas (dos españolas muy jovencillas) eran mucho más simpáticas y me encantó el rollo que llevaban. El precio de la habitación compartida, esta vez con camas individuales, era 375 € por persona. Bastante más barato que el anterior aunque a 45 min. en bus del centro. Sin embargo Narela estaba conforme y yo tengo la ventaja de que mi bono de transporte lo paga mi empresa. El problema fue que viendo esa casa nos llegamos a juntar nada menos que 7 chicas a la vez y el día anterior ya habían visto la casa otras tantas chicas. La verdad es que merecía la pena.

En voz baja le dije a Narela que quería esa casa: me gustaban las compañeras, la casa, el precio, todo y después de lo que vimos en el piso anterior, no quería seguir buscando. Le dije en voz baja que de casualidad llevaba en efectivo 500 € y si querían podíamos darles la fianza en ese mismo momento. Lo que fuese con tal de asegurarnos la habitación para nosotras. Fue pura casualidad que cargara con ese dinero. Al irnos de la casa, las inquilas nos dijeron que esa misma noche nos darían una respuesta de quién se quedaba la habitación y nos despidieron. 

Narela y yo nos quedamos con las ganas de decirles que la queríamos sí o sí y que si hacía falta les dábamos la fianza ya. Con toda nuestra cara nos dimos la vuelta y volvimos a la casa a decírselo. Esa habitación tenía que ser nuestra!! 

Las chicas nos dijeron que tenían que pensar y que esa misma noche nos dirían si sí o si no. Así que nos fuimos de allí a coger nuestro bus de regreso a nuestro hostal, pero no había pasado ni 5 minutos cuando Mel, una de las inquilinas de la casa nos escribió por Facebook para decirnos que nos quedábamos con la habitación.

Narela y yo empezamos a gritar en medio de la calle y a dar saltos de alegría!! por fin teníamos habitación en una casa, para ser Dublín, casi perfecta.





((si había algo de disponibilidad era a más de una hora y no bajaba de 500 € la habitación (quizás compartida). ¿Será que en el filtro del buscador de pisos ponía un precio muy bajo? 500 € era bajo, sí. Y así es, las habitaciones en zonas no céntricas en Dublín rondan los 600 - 700 € fácil. 1000 € en el centro y no es que sea una joya de habitación.))

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